martes, 14 de febrero de 2012

La valentía de amar de verdad

Hoy el mundo celebra el día de San Valentín, también llamado "día de los enamorados". Y digo el mundo, porque la Iglesia pone hoy su memoria en la potente figura de los santos Cirilo y Metodio, co-patronos de Europa, evangelizadores de los pueblos eslavos. Además, y esto lo he sabido hace poco, tras la reforma del Vaticano II la Iglesia Católica suprimió el culto a aquellos santos cuyo origen dudoso mezcla lo histórico con lo legendario. Entre estos, el aguerrido san Jorge, el gigante san Cristóbal... y san Valentín.


"Serán los dos una sola carne",
de Fano (www.diocesismalaga.es)
Cuenta su borrosa historia que Valentín fue un sacerdote martirizado en tiempos del emperador Claudio por haberse atrevido a casar en secreto a soldados jóvenes, algo que el propio emperador había prohibido por considerar que esto interfería en el rendimiento del soldado. Independientemente de los aspectos legendarios de la cuestión, lo cierto es que esta bonita historia me sirve para ilustrar algo que he constatado como una relidad en mi vida: el hecho de que la Iglesia, también hoy (y me atrevería a decir que más hoy que ayer) se atreve a desafiar lo establecido enseñándonos a amar y mostrándonos que es posible hacerlo de forma total y definitiva.
Y digo desafiar lo establecido porque hoy se estilan dos extremos en cuanto a la visión del amor se refiere: aquella que nos venden las películas y novelas románticas, y aquella que nos regala la sátira amarga del desengaño. Parece que no hubiera un término medio entre amor adolescente y amor envejecido. Que después del egoísmo de quien desea ser halagado y ensalzado constantemente sólo queda la soledad más absoluta de quien no ha sabido pretender otra cosa. Sólo con echar un vistazo a lo que en un día como hoy se lanza al mar de las redes sociales, o con ver un par de películas o un par de capítulos de cualquier teleserie, se puede constatar que son pocos los que realmente creen en el amor real y pleno. Hoy mismo oía a una presentadora de televisión decir de un matrimonio famoso bastante longevo: "son como los matrimonios de nuestras madres, toda la vida juntos... eran otra generación". A mí me lo han dicho muchas veces: "las chicas de hoy, que tenéis estudios, no vais a tener por qué aguantar toda la vida con el mismo hombre". Por eso estoy feliz de que la Iglesia me haya mostrado el camino para vivir el noviazgo de una forma tan real y distinta, y ponga ante mis ojos y los de los demás jóvenes unas perspectivas de amor auténtico más allá de las chispitas, un amor de entrega, de respeto, de crecer juntos, de encaminarse juntos hacia una meta. Me alegro de haberlo podido apreciar en aquellos que me preceden y marcan el camino, y de que alguien confíe de verdad en que soy, somos, capaces de amar plenamente.
No sabemos si realmente aquel Valentín dio su vida por creer en el amor y el compromiso entre los más jóvenes. Pero hoy yo conozco muchos valientes que sí se dejan el pellejo en ello.

Quiero terminar con una canción que me encanta. La descubrí hace algún tiempo, cuando escuchaba aleatoriamente canciones de la naciente estrella Bruno Mars y de pronto creí escuchar a modo de rap unas palabras sacadas del Himno al Amor que San Pablo hace en su carta a los Corintios. Y ahí estaba. Prestadle atención porque no tiene desperdicio (está subtitulada al castellano):

3 comentarios:

Juan-Luis dijo...

Gran artículo, Susana! Felicidades! Y tienes toda la razón en lo del amor! jejejeje

Oye, sólo una cuestión. A mí lo que me habían dicho era que la Iglesia retiró de las memorias litúrgicas y celebraciones a algunos santos de los que no se tenía mucha historia y había ciertas dudas sobre su historicidad. Pero no que "prohibiese el culto".

¿Es así o entendí yo mal? Como ahora estáis estudiando teología, seguro que me lo podéis aclarar! jejejeje

besos!

Sus dijo...

Hola Juan-Luis, gracias por comentar y me alegro de que te guste lo que escribo.

Es eso que tú dices, la Iglesia retiró esas memorias, yo en el artículo escribo "suprimió el culto" en el mismo sentido, no como prohibición. Estas figuras ya no tienen un culto "oficial", aunque se mantiene en determinados lugares por razones de tradición local.

Esta información no la recibí por el Curso Sistemático de Teología, sino por la Wikipedia, jajajajaja.

Saludos

Angelo dijo...

Una excelente presentación sobre el amor. ¡Pobre San Valentín! si viera algunas cosas, se quitaba de patrón.
Me ha encantado hoy mi hija Inés. Le preguntaba como había ido la celebración de la fiesta con su novio y me dijo: "papá nosotros no celebramos esa comercialidad, el amor va más allá" Guauuuuuu. Me callé.Parece ser que no la hemos educado muy mal....
Un abrazo