martes, 9 de agosto de 2011

Una cruz para unirlos a todos

Eucaristía en el Cerro de los Ángeles
con la Cruz y nuestra Patrona
Hace una semana, el día 2 de agosto, en la Diócesis de Getafe tuvimos nuestro último gran regalo antes del tirón final con el que abriremos las puertas de la JMJ Madrid 2011. Tuvimos la oportunidad de pasar un día de oración con la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, y además coincidió con el día de nuestra patrona, Ntra. Sra. de los Ángeles, cuyo Año Jubilar estamos celebrando. Era un día, por tanto, para armonizar juventud y tradición, lo local con lo universal, lo vivido y lo que está por llegar, lo recibido y lo que ahora toca dar.

Juan Pablo II, como el gran antropólogo que fue, entendía muy bien el valor de los símbolos, los gestos y las imágenes, sin desmerecer la palabra. Prueba de ello fue esa gran cruz de madera que entregó a los jóvenes en 1984 para que la llevaran por el mundo como una suerte de antorcha olímpica que anunciase aquello que es el centro de nuestra fe y de nuestro vivir. Desde entonces hasta ahora, la cruz ha hecho kilómetros y kilómetros, y ha presidido las Jornadas Mundiales de Juventud que han tenido lugar.

Detalle de la portada del número de abril de 2010
 de la revista Padre de todos
Yo he tenido la suerte de haber vivido mi periplo personal con ella y con su compañero de viaje, el icono de la Virgen. Llegó en primer lugar a mi universidad y de una forma algo inesperada. Nuestra fotografía en el salón de actos de la Facultad de Económicas llegó a ser utilizada por quienes criticaron su presencia allí; pero al menos en aquella ocasión nos dejaron celebrar tranquilos y nuestro día estuvo marcado por la oración y la celebración y no por el boicoteo. Tras aquello, en la Semana Santa del año pasado, los jóvenes de la Diócesis de Getafe recibimos la cruz de manos de los de Madrid, algunos salimos un día en pasacalles para anunciarla y se adentró, entre otros lugares, en la cárcel de Valdemoro, donde algunos jóvenes celebramos la Pascua con unos presos exultantes que portaban velas y cantaban a pleno pulmón que "somos testigos de la Resurrección". La Cruz presidió nuestra Jornada Diocesana de Juventud del pasado año, entre bailes de Icthys, cantos del Coro Diocesano y mucho más, y su imagen en el centro de la Catedral de la Magdalena se nos quedó bien grabada. Tras la despedida, volvimos a encontrarnos con ella en Santiago, durante la Peregrinación Europea de Jóvenes de agosto de 2010. Los miembros del grupo Icthys, además, pudimos acompañarla cuando en enero estuvo en la Diócesis de Plasencia, y allí también la estuvimos anunciando con músicas por la calle. Recuerdo que escuché varias veces al obispo de allí, don Amadeo, centrar la atención en el hecho de que la imagen de la cruz siempre va acompañada de las manos de los jóvenes, que la llevan de un lado a otro, que la dan y la reciben de una forma natural.

Y he ahí la cuestión. Se podría pensar que es simplemente una cruz de madera, pero en ella se unen las manos de jóvenes de todo el mundo. Es algo que compartimos en medio de cualquier diferencia. Un detalle importante ha sido su paso por lugares de dolor, como cárceles, clínicas, residencias... Pues al fin y al cabo, la cruz fue un instrumento de dolor del cual afirmamos que brotó la salvación. Y si del dolor no nos libramos ninguno... ¿por qué habríamos de negarnos a la salvación? Es un hecho que nos es común el mal, queramos o no; pero es un pena que impidamos que nos sea común el bien.

Queda bien poquito para que la Cruz y el Icono presidan aquello para lo que llegaron a nuestro país: la Jornada Mundial de la Juventud... ¡unámonos en torno a ellos!
Hora Santa en la Iglesia de las Carmelitas del Cerro de los Ángeles: a un lado la Cruz, al otro el Icono, y en el centro, Jesús Eucaristía.



¡Salta a otro mar!
Aprovecho el tema tratado para recomendar un enlace, en este caso a un estupendo artículo que en su día publicó José Luis Almarza con motivo de la peregrinación de la Cruz por la Iglesia de Madrid. Se puede leer aquí.

No hay comentarios: