lunes, 6 de abril de 2009

¿Cuánto oxígeno lleva tu bombona?

Esta es mi primera entrada de blog, la escribo a unas horas intempestivas y teniendo que madrugar en breve. En conclusión, que ya me vale. La idea de hacer un blog de estos me atraía sobremanera, sobre todo viendo blogs ajenos, que últimamente es algo que hago bastante. A mí me encanta escribir, me encanta hablar, y quien me conoce sabe que no soy muy de guardarme mis opiniones. Pero en esto, no sé, algo me echaba atrás. No me considero nadie tan interesante como para que completos desconocidos quieran leer mis opiniones y divagaciones en una página web. Y mis conocidos ya tienen suficiente con aguantarme como para encima ponerse a ver qué pienso por aquí. Me preguntaba... "¿qué narices voy a contar yo ya en internet?"; está todo hecho, o eso parece. Y por mucho que una quiera "cambiar el mundo", hay que ser realista.
El caso es que el otro día tuve la "inspiración" acerca de cómo orientar un blog lejos de la fórmula "yo y mis divagaciones, y después yo", y esto fue leyendo prensa; leyendo, en especial, un periódico al que he observado que, si bien se quiere caracterizar por su librepensamiento y su laicismo, está bastante obsesionadito con la Iglesia y la mete hasta en la sopa (sopa envenenada, dicho sea de paso). No me gusta el rollo fatalista ni la manía persecutoria, soy más de pensar que una crítica ha de ser tenida en cuenta y ver su origen, su veracidad y el mal que puede estar causándola, para ver si se critica con mucha razón o poca y así actuar en consecuencia. Como miembra de la Iglesia (rebelde, cual pelo rebelde en una cabellera de melenuda recién levantada) y simple buscadora, las críticas y opiniones de uno y otro lado me sacuden como sacuden las olas del mar al que se adentra en él. Y a veces me sorprende lo que esas olas pueden llegar a llevar consigo, el odio condensado, la confusión, la "libertad" usada como arma arrojadiza... Así pues, pensé en juntar aquí lo que viese en los medios y me llamase especialmente la atención. Especialmente lo crítico y negativo que pueda haber contra lo que yo considere más cercano a mí, especialmente la Iglesia. Así después, tú, amigo buceador, puedes opinar también acerca de esos recortes de prensa, y juntos podemos intentar acercarnos a la razón de esa crítica u opinión. También puedes proponer otras cosas que merecen la pena ser leídas, tenidas en cuenta, meditadas. En este mar de palabras que es la información, a veces me veo sumergida sin apenas oxígeno. Quizá tú tengas un poco para prestarme, una clave en este mar confuso. Quizá ambos estemos igual de ahogados. En cuaquier caso, podemos seguir buceando, nadie nos asegura que nos vayamos a quedar en el intento de tocar tierra.

2 comentarios:

James dijo...

espero tus siguientes posts :)

Juanan dijo...

También espero tus siguientes post. Y que tu blog no sea otro cazo de sopa envenenada (ya tenemos bastante con ese diario que creo que conozco), sino una bombona de oxígeno de las que mencionas. ¡Ánimo!